Nací, crecí, pero aún no me reproduzco ni muero, eso quiere decir que estoy a la mitad del ciclo de la vida... bueno, mucha gente muere sin haberse reproducido... el punto es que llegué a este mundo como dirían mis padres "de vacaciones" y la verdad es que sí, al pasar de los años la he pasado bien, obvio ninguna vida está exenta de sin sabores y si la hay no me parece envidiable.
Soy la niña de la familia tengo dos hermanos uno mayor y uno menor, eso me brindó ciertos beneficios pero también sabotajes mientras crecía, hoy día mi posición es muy codiciada dentro de la familia.
Los recuerdos de la infancia son gratos, tenía un par de amigos con los que practicamente crecí , lo último que faltaba era imaginación, simpre estabamos inventando cosas, cada tarde era una aventura, mis rodillas narran toda mi infancia. No fuí una niña de muñecas, en toda mi vida reuni cinco Barbies y la Familia Heart ¡¡¡completa!!! con todo y ¡la casa! y ¡el auto!, con tantos niños a mi alrededor las citas de Barbie eran con Heman o G.I. Joe, y cuando salían de pic nic ¡podían llevar la moto de Joey en el porta equipaje!, Barbie prefería engañar a Ken con los chicos intrépidos mientras Ken se quedaba en casa cuidando a los bebés. Recuerdo que cuando amueble mi casa Heart quedo lindisima, tenía cortinas y manteles hechos con mis manecitas, incluso las piezas de arte eran de mi autoría lucía magnánima e impecable, mi madre, mejor conocida como "Mala entraña" me llamó a comer, no me importó tener que comer sopa de fideos, lo único que quería era terminar para subir corriendo a mi cuarto y apreciar mi obra. Al llegar me percaté de que un terremoto sinónimo de mi hermano había pasado, sin haber dejado vestigio alguno de la magnanimidad de mi obra. Mi sentir... prefiero no traerlo a mi memoria, sin duda así terminaron varios episodios de mi infancia, debo reconocer que no siempre hubo venganza pero cuando la hubo fue altamente placentero. Te quiero hermano. hasta la próxima.